“Escuchaba la voz de mi hija en La Escuelita”

escRodolfo Maisonave militó en centros estudiantiles hasta fines de los sesenta, tuvo militancia gremial y partidaria en el Peronismo de Base. El 6 de julio de 1977 fue secuestrado junto a su esposa Ana María Germani y su hija de un año y cinco meses. Lo estaban esperando en su casa de Yrigoyen 1400 y al llegar lo metieron en un vehículo junto a su familia, los taparon con una manta y los llevaron al centro clandestino de detención La Escuelita.

Declaró el lunes ante el tribunal oral bahiense en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se desarrolla contra siete represores del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca.

En el campo de concentración, alejado de su mujer e hija, fue torturado por el Tío y Pelado. Lo interrogaron sobre otros militantes como Achares -con quien trabajaba en Sancor donde habían organizado la seccional del gremio-, Fernando Jara que ocasionalmente se había desempeñado en la misma empresa o Pablo Fornasari y Juan Carlos Castillo, dirigentes montoneros fusilados en la masacre de calle Catriel a quienes no conocía.

Describió la construcción antigua, los pisos, los ruidos, el pozo, otra construcción más pequeña. Las mismas características que relataron decenas de personas y ratificó el relevamiento arqueológico y arquitectónico de profesionales de la asociación Memoria Abierta.

«A mi hija mientras me torturaban la escuchaba andar en otra habitación contigua, escuchaba su voz y después la dejan abandonada en el pasillo de la casa de mis ex suegros, que era una entrada de calle, dos departamentos y al fondo la casa. Mi suegro solía levantarse más de una vez en la noche, escucha ruidos como que anda alguien y abre la puerta y comprueba que era la nena», contó.

Farsa judicial

Jueces y sobrevivientes recorrienron el camino interno entre el La Escuelita y el Batallón durante el primer juicio.

Jueces y sobrevivientes recorrieron el camino interno entre el La Escuelita y el Batallón durante el primer juicio.

El 12 o 13 de julio lo trasladan al Batallón de Comunicaciones 181 tapados con una manta en el asiento trasero de un vehículo con otra persona que luego comprobaría era su mujer. Supone que fue por un camino interno porque no parecían asfaltados y fue un viaje de pocos minutos. Un teniente coronel o coronel se presentó en un retén como jefe del Batallón y «dijo que no sabía de dónde veníamos ni quién nos había traído aunque seguramente vio a las personas y creo que se llamaba Del Pino o De Piano».

Separado de su compañera lo encerraron en una celda grande enrejada por delante y notó cuando le trajeron la comida que «el recipiente era similar a la apariencia del tacho con el que la llevaban a ese lugar de torturas».

Un mayor del Ejército se le presentó un día y le dijo que iba a ser su abogado defensor ante el tribunal militar. «Me dijo que era de intendencia, que no entendía de esto, que tenía que cumplir una función como obligatoria, que iba a tratar de hacer lo que pueda».

El tribunal era un puñado de milicos sentados en un estrado «con gorras puestas hasta casi los ojos, no era fácil distinguir uno de otros», un escritorio a la izquierda con un instructor del V Cuerpo de apellido Burlando. Delante del estrado, Maisonave y su esposa. Detrás: «quizás más de veinte personas, algunos vestidos de civil». Como pruebas mostraron publicaciones, revistas, rollos de cable, armas y otros elementos que él había visto en un noticiero cuando detuvieron a René Bustos. Los condenaron a 25 años de reclusión perpetua.

«Me pareció una puesta en escena, una teatralización, me dio esa impresión. Como para un público reducido. Estaban ahí presentes, supongo que era esa gente de civil. El defensor que nos tocó intentó plantear que no estaban probadas algunas cosas, entre ellas la asociación ilícita porque eran dos personas, creo que también dijo algo de no estar probada la tenencia de explosivos, era como que no estaba previsto que lo tomaran en cuenta», explicó Maisonave al fiscal.

Secretario terrorista

El juez Madueño y su secretario Sierra.

El juez Madueño y su secretario Sierra.

Fue a parar al pabellón seis de la unidad penitenciaria de Villa Floresta bajo las órdenes del Mono Nuñez, eslabón en la tortura entre La Escuelita y la prisión.

«El 22 de agosto nos trasladan hasta la base Comandante Espora. Ante los hangares había una cantidad de personal militar con sobretodos, gorras. De los pelos y a los golpes nos suben a un avión y nos encadenan con la cabeza entre las rodillas. A lo largo del vuelo nos van golpeando, gritando y todo ese tipo de situaciones de castigo».

Bajaron en la base aeronaval Zar de Trelew. «Acá festejamos el 22 de agosto», decían los represores en doble fila listos para golpear a los militantes. En Rawson el testigo estuvo hasta 1983 cuando pasó a Villa Devoto. Su ex esposa estaba en Ezeiza. Pudo visitarla recién durante el gobierno de Alfonsín.

En 1978 se presentó en el penal Hugo Sierra, secretario del juez federal genocida Guillermo Madueño, y Maisonave mientras era llevado a verlo no sabía «si era el fin de la vida o golpes o torturas o lo que fuere».

Por una apelación a la condena del tribunal militar sus captores decidieron hacer un blanqueo mediante la justicia federal. «Le dije (a Sierra) que habíamos estado secuestrados, que nos habían torturado. Eso no aparece en la declaración firmada porque en ese tiempo bajo esas circunstancias yo firmaba eso y cualquier cosa similar. Yo hasta ese momento nunca había visto nada de lo que eran los expedientes del tribunal militar, pero es evidente que la indagatoria del secretario de Madueño se basaba en el escrito de ese tribunal por eso figuraba detalladamente armas, municiones, ubicación».

La causa fue finalmente estudiada en función de nueva legislación que anulaba los tribunales militares para civiles. «Se revisa la del juzgado federal a través del juez Sutter y el 13 o 14 de junio del ’84 salimos libres», terminó.

4 respuestas a ““Escuchaba la voz de mi hija en La Escuelita”

  1. Buena nota compañerxs!
    Una consulta: qué días y en qué horario se están llevando a cabo las audiencias por el juicio?
    Gracias

    Me gusta

    • Gracias por leer! Las fechas las va definiendo el tribunal, suelen ser martes y miércoles desde las 9 (retomando alrededor de las 16 luego de un corte a mediodía). La próxima confirmada es el martes 20 a las 9 en Colón 80. Para ingresar hay que ser mayor de 18 años y llevar DNI.

      Me gusta

Deja un comentario