Lo dijo el titular de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, Jorge Auat, a FM De la Calle. El fiscal general afirmó que la lentitud y otras falencias que presentan los procesos contra represores civiles y militares «no tienen que ver con la coyuntura» sino que son «una patología crónica». «No puedo pronosticar el destino concreto de una causa, pero sí como fenómeno sigo pensando que esto no tiene vuelta atrás», sentenció.
«Los únicos que van a garantizar la continuidad, así como hicieron posible abrir la investigación, son los propios organismos, la sociedad y la gente. Ahí es donde hay que mirar. Y no es solamente investigar los crímenes, hay una serie de cuestiones que seguramente van a empezar a exhumarse que tienen que ver con la voz de derechos humanos» y que generan «nuevas miradas sobre la profundidad de muchos conflictos vinculados a los derechos humanos».
Un informe del organismo que encabeza Auat evidencia que durante el primer semestre se registraron 539 causas en todo el país en las que fueron imputadas 2436 personas. Desde la reapertura de los juicios en 2006 se dictaron 163 sentencias en las que fueron condenados 689 acusados y resultaron absueltos 68. Los procesados actualmente son 846. La cantidad de detenidos es apenas superior a la de quienes están libres. Están en curso 16 juicios con 269 imputados, de los cuales 168 están siendo juzgados por primera vez. Seguir leyendo