“Son heridas que nunca van a cerrar”

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La tarde del 21 de julio de 1976 sonó el timbre en la casa del dr. Juan Carlos Piqué en España 45. La empleada doméstica, Josefina de las Nieves Álvarez, atendió y se encontró con un grupo de hombres que preguntaron por ella, la subieron a un Falcon y la trasladaron a la Comisaría Primera.

«Me hicieron pasar a una oficina y un señor rubio me interrogó, me mostró fotos y se enojaba porque algunas reconocí y otras no. Me decía que no me haga la tonta, que yo tenía que saber. Me pusieron una capucha y me llevaron a un patio, me di cuenta porque hacía frío, sería una habitación. Y me torturaron…», recordó ante el tribunal que juzga a 34 represores en la causa Ejército III.

Álvarez detalló que en las fotos carné que le mostraban los represores identificó a Zulma Matzkin y a su compañero Alejandro Mónaco y a Zulma Izurieta, a quien conocía como la Vasca. Eran militantes de la Juventud Peronista que hacían trabajo comunitario en la Sociedad de Fomento del barrio 17 de Agosto.

La testigo estuvo hasta la noche en un calabozo. En un momento apagaron las luces, la encapucharon y la subieron a un auto. Minutos después «la gente que me llevaba se bajó y subió otra, anduvieron un trecho, entramos a un lugar que con el tiempo supe que era La Escuelita».

«Ese lugar no sé si era grande o no pero sentía que había mucha gente, me hicieron subir a una cucheta, a la cama de arriba, me esposaron de una muñeca o me ataron y estuve vendada. Estuve nueve días desaparecida. (…) Recuerdo ahora que en ese lugar, en La Escuelita, en la noche más de una vez escuché, había muchos perros, casi todos los días se los escuchaba ladrar. Una o dos veces escuché tiros y le pregunté a mi cuidador -o lo que sea- qué era eso y me dijo que estaban practicando tiro al blanco».

En uno de los sitios donde la interrogaron -supo después- estaba su vecino Emilio da Costa. «Le decían ‘acostáte’ y él lloraba y decía que no, le decían ‘te vamos a mandar a tu país’, no sé qué querían que les diga, él también es chileno. (…) Un día me dijo ‘te salvaste, llegaron todos borrachos y violaron a las mujeres».

El 30 de julio la interrogaron y a la noche la liberaron cerca de su barrio. «Me pidieron disculpas y me dijeron ‘no mires para atrás’. Lo único que quería era llegar a mi casa. Qué iba a mirar para atrás, mis padres estaban desesperados porque no sabían dónde estaba».

En 1978 el Ejército realizó un operativo de identificación en el barrio. La buscaron y no la encontraron porque estaba con una amiga en El Matadero. Secuestraron a su hermano de 13 años para que les indicara el camino, la volvieron a detener y la trasladaron a la cárcel de Villa Floresta. Estuvo unas dos semanas durante las cuáles volvió a ser interrogada. «Había tres mujeres del barrio que habían detenido antes que yo, Elisa del Carmen González Navarro, una tía de ella, Claudina Navarro y Elba Jara».

«Son heridas que nunca van a cerrar, nunca más pude ir a un cine porque no puedo estar en un lugar cerrado con mucha gente. Donde hay aglomeración de gente trato de irme rápido porque me agarra un estado de pánico. Me afectan ciertos ruidos, bocinas, alarmas. El primer tiempo veía un Falcon estacionado y estaba aterrada pero se me fue pasando», concluyó.

Las próximas audiencias serán el martes 15 a las 15 y el miércoles 16 desde las 9 en Colón 80 de Bahía Blanca. Mayores de 18 años deben concurrir con DNI, también pueden participar grupos de estudiantes a partir de los 16 años en compañía de docentes. Dicha participación debe coordinarse con el tribunal escribiendo a francisco.pereyra@pjn.gov.ar

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