En la última audiencia del Juicio Ejército III la abogada querellante Mónica Fernández Avello pidió penas de prisión perpetua para 24 represores y de entre 15 y 20 años para el resto.
La representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación exigió el cese de las prisiones domiciliarias y subrayó que el 10 de mayo, ante el fallo del 2×1 de la Corte Suprema, se «demostró en la calle (…) un límite colectivo ante la posibilidad cierta que los genocidas estén en libertad». «La sociedad toda ha expresado que no hay retrocesos en este punto de nuestra democracia que estamos construyendo».
La querella adhirió a los pedidos de reparación simbólica planteados por la Fiscalía en relación a las publicaciones de La Nueva Provincia y la difusión de los hechos, las historias de las víctimas y las sentencias desde las universidades nacionales del Sur y del Comahue y el Municipio de Bahía Blanca.
Al cerrar su alegato -el martes 6 de junio- Fernández Avello mencionó las declaraciones de hijas de genocidas que repudiaron el accionar de sus padres e incluso cambiaron sus apellidos para «ponerle punto final al gran peso que significa arrastrar un apellido teñido de sangre y horror».
La hija de Etchecolatz, por ejemplo, aseguró que el ex comisario «es un ser infame, no un loco, alguien al que le importan más sus convicciones que los otros, alguien que se piensa sin fisuras, un narcisista malvado sin escrúpulos» y por ello deseó que «no salga nunca más».
También recurrió a testimonios de hijas de víctimas como Paula Blaser y Paula Bombara. La hija de Laura Manso se indignó ante el tribunal porque los represores estén con detenciones domiciliarias habiendo cometido crímenes de lesa humanidad.
«Yo soy la víctima, yo como muchos otros compañeros. No puede ser que nos estemos cruzando en la calle con esta gente, que hoy por hoy vengan a pedir prisión domiciliaria o que apelen a la edad que tienen -avanzada algunos-. Bien, señores, háganse cargo de lo que hicieron porque en definitiva se tardó muchísimos años en llegar a instancias como estas, las cuales valoro y agradezco profundamente, pero se tardaron muchísimos años».
«Si llegamos con ustedes ya grandes a esta altura es porque también pudieron vivir toda una vida impunes y libremente, pero ya no lo son más, no para la sociedad, espero que también acá se haga justicia. Y no pueden estar en la cárcel especial ni en prisión domiciliaria, yo a mi mamá durante años la tuve que ver a través de un vidrio sin siquiera poder tocarla», dijo Blaser.
La abogada recordó el testimonio de la hija de Daniel Bombara en el primer juicio cuando la escritora dijo: «Lo tuve tres años pero en ese tiempo supo transmitirme que el valor de la vida está en poder estrecharnos en un abrazo. Y nuestra sociedad será mejor cuando la impunidad se acabe y la justicia nos abrace a todos por igual».
«Son tres relatos que coinciden en el pedido de justicia, con el pedido de condena, con el pedido de cárcel común para los perpetradores del terrorismo de Estado en Argentina», afirmó Fernández Avello y pidió justicia por «los 30 mil compañeros y compañeras asesinados y desaparecidos, en especial por las familias y víctimas del V Cuerpo y por la sociedad toda para consolidar las bases de una democracia sólida fundada en la justica que emana del estado de derecho».
Penas
La querella solicitó prisión perpetua para los integrantes del Estado Mayor del V Cuerpo de Ejército Juan Manuel Bayón, Osvaldo Bernardino Páez, Walter Bartolomé Tejada, Norberto Eduardo Condal y Osvaldo Lucio Sierra. Para Jorge Horacio Granada, Carlos Alberto Taffarel, Enrique José Del Pino y Víctor Raúl Aguirre del Destacamento de Inteligencia 181 y para los miembros de la Agrupación Tropas Julio Guillermo González Chipont, Pedro Ángel Cáceres, Carlos Alberto Ferreyra y Alberto Magno Nieva.
El mismo pedido realizó para el jefe del Batallón de Comunicaciones 181 Jorge Enrique Mansueto Swendsen y Alejandro Lawless, jefe de sección en dicha unidad militar; los guardias del CCDTyE La Escuelita Gabriel Cañicul, Raúl Artemio “el abuelo” Domínguez, Desiderio Andrés “perro vago” González, Arsenio “zorzal” Lavayén, José María Martínez.
El resto de las perpetuas correspondieron al integrante de la División II Inteligencia del Comando de la VI Brigada de Infantería de Montaña de Neuquén, Oscar Lorenzo Reinhold, los policías bonaerenses Pedro José Noel y Jesús Salinas y el jefe de la Policía Federal de Neuquén Osvaldo Antonio Laurella Crippa.
20 años de cárcel común fueron exigidos para el policía federal de Viedma Osvaldo Vicente Floridia y para los militares de la Agrupación Tropas Miguel Ángel Chiesa, Jorge Horacio Rojas y Miguel Ángel Nilos. Para los ex jefes de la Unidad Penal 4 de Villa Floresta Héctor Luis Selaya y Andrés Reynaldo Miraglia solicitaron 18 y 16 años de prisión, respectivamente. Y 15 para el comisario rionegrino Antonio Alberto Camarelli.
Fechas
El tribunal oral informó que las próximas audiencias previstas para el mes de julio en Colón 80 serán los días 3 -a las 15-, 4 -a las 14-, 11 -a las 15- y 12 -de 9 a 18-.