Todas las vidas, la vida

Mañana domingo a las 19 en El Galpón de la Calle –Moreno 762- se estrenará el documental «Todas las vidas, la vida» realizado por Vanina Padín y Luis Rojas. El audiovisual cuenta la historia de Eduardo, hijo de Celia Jinkis de Korsunsky, Madre de Plaza de Mayo de Bahía Blanca. Fue hecho desde el corazón para Eduardo, para los 30 mil, para Celia, para todas las madres.

Sobre Eduardo

Eduardo Sergio Korsunsky, “Dado”, nació el 15 de noviembre de 1951 en Bernasconi. Los testimonios reunidos sobre Eduardo lo recuerdan como un joven con muchas inquietudes, inteligente y abierto al aprendizaje. Estudió y fue abanderado en la escuela primaria de la localidad, e inició el secundario en el Instituto Mariano Moreno de Bernasconi.

En 1968, a los 17 años se instaló en Bahía Blanca para estudiar los dos últimos años en la Escuela Normal. Llegó con su valija y se alojó en una pensión. Al año siguiente toda su familia se mudó para seguir unidos.

Era un joven sociable, de espíritu crítico y de fuerte compromiso para la acción. Integró un grupo de voluntarios formado por compañeros del secundario que desarrolló trabajos sociales desde “La Pequeña Obra” y colaboraba con el Instituto Municipal del Menor; comienzo de su militancia barrial.

En el ‘71 ingresó a la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca para seguir la Licenciatura en Economía con una beca obtenida por su promedio en el secundario.

Para poder mantenerse económicamente comenzó a trabajar ese mismo año en una industria fideera. En esa dinámica entre ganarse la quincena y la teoría de los libros, comenzó el análisis profundo de la realidad, sus desigualdades y su politización. Fue en la Universidad que pasó a integrar la corriente Grupo de Base Socialista (GBS) –frente estudiantil perretista- para luego ingresar al PRT.

Korsunsky fue parte de esos militantes vinculados a movimientos sociales de acción barrial y, en muchos casos, a los grupos de la iglesia católica -bajo la influencia ideológica del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.

En el grupo de católicos reformistas este acercamiento a la izquierda revolucionaria comenzó a “abrirles la cabeza”. Miembro del Grupo Socialista de Base y perretista, empezó a dedicarle mucho más tiempo a la actividad política que a sus estudios; si bien había rendido seis finales con excelentes notas.

Con la “misión Ivanissevich” en marcha en la universidad a Eduardo Korsunsky la militancia se tornó peligrosa. La violencia estaba instalada y también la inseguridad para muchos activistas.

En los primeros meses del ‘75 se mudó a San Nicolás junto a su pareja, Marta Olga Frañol, y comenzó a trabajar como viajante de productos alimenticios al por mayor. En su nuevo destino siguió vinculado al PRT.

A los pocos días de instaurada la dictadura fue secuestrado en Villa Cavalli de esa ciudad. Su mujer, después de refugiarse en Neuquén y en Capital Federal, fue secuestrada en esta última ciudad el 22 de mayo de 1978.

De Norberto Asquini y Juan C. Pumilla

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